sábado, 8 de enero de 2011

Periodistas 2.0 vs. vieja guardia, ¿incompatibles o complementarios?

Si bien es cierto que a los periodistas sólo se les puede dividir entre buenos y malos, es decir, aquéllos que hacen bien su trabajo y quienes no quieren, no pueden o no saben hacerlo, no lo es menos que observo muchas diferencias entre unos y otros en función de la edad, especialmente entre los más jóvenes, es decir, los menores de 30 años, y los que sobrepasan el medio siglo. En medio se situaría un tercer grupo a medio camino entre el periodismo digital y la vieja guardia, algo así como una generación de transición que, sin ser nativos digitales, se adaptan como pueden a los nuevos tiempos.
Es curioso observar cómo los de más edad adoptan distintas posturas ante las nuevas herramientas que la tecnología ha puesto en sus manos y que van, desde el desprecio más absoluto, hasta el encomiable intento de no quedarse atrás, pasando por quienes, aun reconociendo su utilidad, no se sienten con ánimo ni fuerzas suficientes como para cambiar de hábitos.
En el extremo contrario están las nuevas generaciones de periodistas; son menores de 30 años, han crecido con Internet, están constantemente conectados a través de las redes sociales, no conciben su vida sin un teléfono móvil, no saben qué es vivir sin correo electrónico, miran el fax con una mezcla de sorpresa y desconocimiento y sólo conocen las máquinas de escribir de oídas. Sin embargo, todo eso no les hace mejores profesionales.
Como generación puente, es decir, lejos aún de la jubilación, pero con dos décadas de experiencia a la espalda, miro con frecuencia a ambos lados y compruebo lo lejos que están unos de otros, lo radicalmente distintos que son y lo seguros que están tanto unos como otros de tener toda la razón.
Por eso, ahora que gracias a las redes sociales son constantes los eventos organizados para hablar de esta maravillosa profesión –café&periodismo, BCN Medialab, Evento Blog España (EBE), el Laboratorio de Periodismo de la Asociación de la Prensa de Madrid…-, echo en falta alguno que aborde este salto generacional, esta distinta manera de ejercer el oficio, este especie de diferenciación entre el periodismo tradicional y el online.
Y considero que es necesario abordar este tema porque creo que es mucho lo que tienen que aprender unos de otros. Probablemente, nunca habían estado conviviendo y trabajando al mismo tiempo dos maneras tan distintas de trabajar. Así, frente a la vieja guardia que se siente en la calle como pez en el agua, que conoce en persona a todas sus fuentes, que hace valer sus contactos en cualquier situación, que odia la redacción y que ama ese aire bohemio y de libertad que siempre ha tenido este trabajo, se encuentran esos jóvenes profesionales nacidos en la década de los ochenta, que se manejan en la web sin problemas, que saben buscar un dato en Internet en cuestión de segundos, que se enteran a través de Twitter de qué se está cociendo, antes de que ninguna agencia lance un teletipo…
¿Por qué renunciar a lo mejor de ambos mundos?, ¿por qué no tratar de combinar ambas formas de hacer periodismo? No podemos permitirnos el lujo de desaprovechar el talento de una generación que muy pronto dejará de trabajar, igual que éstos no deberían perderse lo que la tecnología es capaz de hacer.
Para los más jóvenes, más calle y menos redacción; más hablar con las fuentes y menos nota de prensa y comunicado oficial; más informaciones propias y de primera mano y menos datos de wikipedia. Para los más talluditos, más humildad y menos soberbia; más capacidad de aprendizaje y menos cerrazón; más predisposición a aceptar las nuevas tecnologías y reconocer su aportación y menos desprecio por desconocimiento. Así, sin duda, la profesión y los lectores saldrán ganando.

5 comentarios:

  1. Hay una generación más, la de los que, rondando los 35, llevamos más de una década trabajando en lo digital para allanar el camino de los nativos ;)

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  2. Evidentemente, en esto del periodismo digital hay unos pioneros que, como tú dices, tienen entre 35 y 45 años, y que son quienes han ido experimentando en sus propias carnes, cometiendo aciertos y errores y, efectivamente, allanando el camino. Es un poco a lo que se refiere el artículo cuando habla de generación puente, pues tienen un pie en cada uno de los dos mundos. Mamaron en el periodismo tradicional y se desarrollaron en el digital. Por eso creo que somos los únicos que podemos hablar de los dos mundos con conocimiento de causa.

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  3. Qué buen post!!

    Permíteme agregar que el concepto de "integración y convergencia" que tanto gusta oir a las redacciones de los periódicos, se trata de eso: sacar el potencial y lo mejor de cada uno.

    Por eso es necesario transformar y asumir los costes que ello requiere. Hace apenas 25 años todavía habían máquinas de escribir en las redacciones, hoy nadie se lo plantea y tampoco nadie cuestionaría la entrada de más y mejor tencología para hacer su trabajo. Si mi computadora escribiera y diagramara sola lo que le dicto, yo no lo podría rechazar.

    Lo mismo pasa con los recursos humanos. Un buen infografista digital resuelve muchísimo y aporta un conocimiento que un periodista que escribe no tiene.

    Un buen productor de vídeo te construye un reportaje que difícilmente pueda reflejar lo mismo en palabras escritas. Pero los periodistas en los periódicos, aterrados ante riesgo de quedar fuera de las empresas, atacan calificando de "periodismo de calidad" lo que hacen allí y desprecian las nuevas narrativas.

    Algunos periodistas deberían leer más los periódicos y ver cómo consume información el usuario. Para algunos periodistas no es relevante, que el 37% de la audiencia del New York Times tenga menos de 30 años porque se informan a través del medio digital. Muchos prefieren ver cómo mueren sus viejos lectores y morir con las botas puestas

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  4. Por mi experiencia, creo que los unos "pasan" de los otros y viceversa, aprende quien quiere aprender... me ha parecido una buena reflexión, aunque falta un tercer tipo de periodista, del cual he visto más de un caso. El que ni tiene calle ni conocimientos de internet y casi de informática... pero qué pasa en las facultades de periodismo? Yo estudié en Barcelona y por lo menos ordenadores con internet había. No vale decir que no te gusta la informática... es una herramienta básica!

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  5. Yo terminé Periodismo hace 20 años y, aunque no muchos, ya había ordenadores y posibilidad de usarlos, pero la gente no lo hacía. En el fondo, más que un problema generacional es un problema de ganas y de voluntad.

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