jueves, 26 de febrero de 2009

El libro electrónico, el periódico online y el quiosco digital

Si en el último post me refería al fin del papel como soporte principal de los diarios, fundamentalmente por la llegada de Internet, vuelvo ahora al mismo tema para referirme a la llegada de un nuevo actor a la escena de los medios: el libro electrónico. Pese a que se viene hablando de él desde hace años, parece que, esta vez sí, todas las partes implicadas han apostado por que este año sea el del despegue de este soporte, que afecta también al mundo editorial.
Pese a que a muchos de nosotros nos parezca poco probable que un dispositivo electrónico sustituya a la Prensa escrita en papel o a los propios libros, estoy seguro de que no tardará en popularizarse este elemento. Y la razón es bien sencilla: los precios comenzarán en breve a ser lo suficientemente asequibles como para que su precio no sea un problema y la tecnología permite suuso como soporte, no sólo de libros, sino de cualquier otro medio escrito.
No debemos perder de vista que uno de los principales gastos de los diarios es el relacionado con la compra de papel, la impresión y la distribución de ejemplares. Poner en la calle cientos de miles de ejemplares y repartirlos por todo el país supone un gasto excesivo para cualquier empresa periodística.
¿Y si de repente los empresarios pudiesen ahorrarse todo ese dinero sin cambiar un ápice su producto periodístico?
Las redes wifi se extienden, casi todos los ordenadores y teléfonos móviles pueden conectarse entre sí vía bluetooth; la conexión a internet desde cualquier dispositivo móvil es hoy una realidad lo suficientemente extendida. Vivimos en un mundo en el que es posible conectarse a la red desde un portátil, un móvil, una PDA... ¿Es tan difícil pensar que un libro electrónico pueda cargar, vía internet, un periódico, ya sea en formato pdf, es decir, viendo las páginas tal cual serían impresas en papel, ya en versión online? No es descabellado imaginar que esa descarga se realice previa suscripción o, incluso, previo pago en quioscos digitales repartidos por la ciudad. Bastaría abonar el precio del ejemplar para que el punto de venta, vía wifi o vía bluetooth nos realizase la descarga en nuestro dispositivo móvil del diario que deseemos.
Pero podríamos incluso comprar la sección que nos interese, una noticia concreta, abonarnos a nuestro columnista favorito o escuchar el podcast de una entrevista. Son infinidad las posibilidades que ofrecería un dispositivo de este tipo, tanto para el lector como para la empresa periodística.
Evidentemente, para muchas de estas cosas no sería necesario siquiera contar con un libro electrónico, pero su formato favorece la lectura -están pensados para no cansar la vista- y nos permite, con apenas un par de gigas de disco duro, almacenar libros, noticias...
Y aunque esto pueda parecer ciencia ficción, está a la vuelta de la esquina, no más allá de cuatro o cinco años. Tiempo al tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario