miércoles, 24 de marzo de 2010

The New York Times, una decisión valiente y arriesgada


La idea de The New York Times de retransmitir, aunque sea en diferido, sus reuniones de redacción, me parece fascinante. Tanto, que me cuesta creer que se vaya a mantener en el tiempo.
No sé, quizás tenga la mente sucia, pero no puedo evitar pensar que una decisión tan valiente y arriesgada tenga continuidad en el tiempo, pues hay que tener la conciencia muy tranquila y las ideas muy claras para abrir las ventanas de par en par y dejar que se asome al interior de tu casa cualquiera que pase por allí.
Para empezar, y habiendo vista tan sólo los primeros vídeos -http://video.nytimes.com/video/playlist/timescast-, me parece una auténtica lección de periodismo para todos aquellos que quieren saber cómo funciona un periódico por dentro, cómo se deciden los temas... Pero más allá de su valor pedagógico, creo que se trata de una demostración de independencia. Quien más, quien menos, sabe que cualquier medio de comunicación tiene sus hipotecas, ya sean económicas, ya ideológicas, políticas o morales. Sin embargo, existen también otros intereses, menos confesables, que influyen demasiado en qué noticias se dan y cuáles se ignoran o en qué enfoque reciben las informaciones.
Por este motivo, considero que hacer público algo tan "privado" como una reunión de redacción es un triple mortal sin red -bueno, con red, pues no se emite en directo- pues la reunión de redacción es al resultado final del periódico como las discusiones de pareja a la imagen de un matrimonio aparentemente perfecto.
Dudo mucho que existan otros diarios que se atrevan a tomar una decisión parecida. Y si se instalasen cámaras ocultas en la mayoría de estas reuniones, la imagen que del periodismo tiene mucha gente se vendría abajo en cuestión de segundos. Y es que, no es oro todo lo que reluce.

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